Dentro de un conflicto familiar las reglas y los roles de la familia se hacen confusos o se ven rebasados. Los valores y objetivos pierden importancia. Se ceden las expectativas y las prohibiciones. Una crisis de este tipo necesita un cambio decisivo y cada cambio implica una nueva adaptación.
LA FAMILIA
La familia es el marco que contiene a los miembros que crecen en ella. Se le concibe como un sistema abierto, como una totalidad. Cada uno de los miembros está íntimamente relacionado y, por lo tanto, la conducta de cada uno influirá en los demás.
No existe la familia perfecta. Los conflictos y los cambios forman parte de la vida familiar. Cada familia se transforma con el correr del tiempo y debe adaptarse y reestructurarse para seguir desarrollándose. La familia puede identificar a uno de sus miembros como "el que causa el conflicto", al que se señala como "el problema". Este suele ser el más vulnerable. En la terapia familiar se lo denominará paciente identificado.
TIPOS DE CONFLICTOS
Los conflictos no son situaciones patológicas, sino momentos evolutivos, de crecimiento de la familia que atraviesan todos los seres humanos. No obstante, hay crisis que se acarrean durante toda la vida y pueden convertirse en disfuncionales si no se logra una solución o cambio favorable.
Un problema fundamental es que las familias no saben cual es la raiz del conflicto, esto es lo que les impide conocer el modo de resolverlo. Por tal motivo se hace necesaria la concurrencia a una terapia familiar para lograr una resolución exitosa. El terapeuta podrá descubrir cosas que la familia no ha podido ver.
Cada familia es única así como cada crisis es única, sin embargo los tipos de conflicto se han catalogado en 4 tipos diferentes. Si bien se separan en categorías pueden aparecer mesclados.
- Crisis de evolución o del ciclo vital: Es inevitable que dentro de la vida se produzcan cambios, muchos de estos aunque deseados y planeados causan impacto en la familia. Algunos ejemplos son: la llegada de un bebe, el matrimonio de uno de los hijos, jubilación de uno de los padres, etc., estos cambios pueden ser repentinos o dramáticos y otros leves y graduales, pero son crisis reales y así deben ser manifestadas. Los problemas aparecen cuando la familia intenta impedir las crisis, en lugar de definirla y adaptarse; o cuando intentan que sean detenidas o que se produzcan en forma prematura.
- Crisis externas: Estas crisis aparecen cuando hay un suceso inesperado. Como la muerte de un ser querido, un accidente, la pérdida del empleo, etc. El gran peligro aparece cuando se buscan culpables y se comienza a pensar en lo que se podría haber hecho para evitar la crisis en lugar de tratar de adaptarse a la situación.
- Crisis estructurales: Este tipo de crisis resulta más complicada ya que la familia repite antiguas crisis, reiterándola la situación de conflicto. Lo más factible es que la tensión surja de fuerzas encubiertas e internas, es decir que para los miembros de la familia no está claro el motivo del conflicto y tratan de evitar que se produzca un cambio. Por ejemplo: familias con miembros violentos o adictos a alcohol y/o drogas, o con intentos de suicidio.
- Crisis de atención: Se presenta en familias con uno o más miembros desvalidos o dependientes. Este miembro mantiene a toda la familia aferrada con sus reclamos de cuidado y atención. La crisis más grave se presentan cuando por estas exigencias, los demás miembros de la familia se ven coartados en sus actividades diarias (como faltar al trabajo o escuela por quedarse a cuidar a su madre). Ejemplos de estas de estas crisis involucran a personas que dependen de algo externo para su sostén económico, o las que dependen de personas externas para el cuidado de uno de los miembros, etc.
- El conflicto es menos problemático si es manifiesto, ya que la familia puede recurrir a personas externas he incluso unirse para recibir ayuda. Si es oculto nadie se entera y resulta más difícil su solución. Si la tensión es habitual (siempre sucede lo mismo), puede resultar ser molesta, más que preocupar a la familia. Por ejemplo, cuando un miembro que se alcoholiza a diario.
PRINCIPALES OBSTACULOS QUE DIFICULTAN EL CAMBIO
Es difícil que la familia reconozca los obstáculos que les impiden avanzar, debido a que suelen estar encubiertos. Algunos obstáculos aparecen:
**En la comunicación: secretos familiares (cuestiones encubiertas dentro de la familia que pueden o no ser explícitas). En estas familias no está aprobado expresarse abiertamente y hablar de "ciertas cosas", palabras o cuestiones que no pueden ni siquiera ser mencionadas.
**En los roles: Cada familia asigna roles a sus miembros (que determinar quién hace qué). Lo disfuncional es la rigidez o el incumplimiento en la asignación de estos roles. Hay familias que otorgan todo el peso de una situación a un solo miembro y esa persona es vista como conflictivo, es importante entender que toda la familia debe hacerse cargo de la situación.
**En las reglas: Las reglas son las que prohíben hacer determinadas cosas. Y son disfuncionales cuando se rigidizan y se vuelven intolerantes, o bien no se cumplen.
**En la historia de la familia: Aparecen cuestiones que no han sido resueltas. Y se escuchan frases como "MARIA nunca..." o "Juan siempre...". Pero, por supuesto, cada miembro va a tener su propia versión de los hechos que muchas veces puede no coincidir con la de los demás.
¿CÓMO AFRONTAR UNA CRISIS?
Un conflicto puede derrumbar a una familia, pero también pueden emerger de ella fortalecida y con mayores recursos. Esto dependerá de la capacidad que tengan para enfrentarla y reponerse de ella. Esto depende de muchos factores, como la comunicación que surja dentro ella, su organización, los recursos y limitaciones con los que cuenta, la forma habitual de resolver los problemas, los sistemas de creencias que la rigen, van a influir en el modo en que ésta enfrente la crisis.
Es fundamental que los miembros colaboren entre sí y que se tengan confianza para poder superar con eficacia cada situación que se les presenta. Los procesos que van a ayudar a la familia a enfrentar más eficazmente las crisis y permitirle salir fortalecida de ella, pueden provenir del interior de la misma (amigos, familiares y los mismo miembros) o de exterior de la familia (terapeutas, psicólogos, sacerdotes, grupos, etc.)
Para sostener los conflictos, crecer y aprender de ellos es necesario que la familia sea flexible, esté lo suficientemente cohesionada, su comunicación sea sincera y por último, que cuente con una red social que pueda actuar de apoyo en circunstancias desfavorables.
La psicoterapia familiar es de gran utilidad en el tratamiento de familias en crisis. El terapeuta cuenta con las habilidades necesarias para ayudar a la familia a resolver los conflictos exitosamente, logrando así un verdadero cambio que se adapte a sus necesidades. Además aparece como un "tercero” imparcial y formado para cumplir tal función que presenta una visión distinta de los hechos.
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